Sobre mí

Desde mi más tierna infancia he tenido un fuerte deseo de armonía. Cuando veía dolor o tristeza en mi entorno, me sentía triste y no podía entenderlo ni aceptarlo. Insistentemente, preguntaba “por qué”. Durante mi vida adulta, sigo preguntando por qué, cómo y qué se podría hacer para contribuir al bienestar de la gente.

Estudié medicina. Cuando me gradué, comencé a trabajar en un hospital universitario. Mis amigos y colegas que querían, por ejemplo, convertirse en oftalmólogos o cardiólogos, sabían que tenían que formarse en la especialidad de su elección. En mi caso, mi preferencia era la totalidad de la persona y no sólo un órgano o un sistema. No había un camino ya hecho a seguir en esta dirección. Tuve que explorar. Iniciar mi formación en medicina integrativa fue un primer paso.

Además, dado que los niveles físico, emocional, mental y también espiritual están relacionados e interactúan entre sí, sentí la necesidad de seguir estudiando y entrenándome en las cuatro áreas, lo que hace posible percibir situaciones desde perspectivas más amplias y profundas.

Las estrategias de tratamiento que utilizo en mi práctica son a medida y se adaptan específicamente a las necesidades de cada persona, al motivo de su consulta y a su propio marco de referencia.


“Caminante, no hay camino. Se hace camino al andar.”

Antonio Machado